celebro mi destino,
de sentir como siento,
de vivir como vivo,
de morir como muero.
y porque lo celebro,
y soy al fin la nada,
de la sombra de un verso,
os digo: ¡muchas gracias!
mil gracias, sí señor.
de la vida y la muerte
por ser apenas esto,
brizna efímera y leve.
y he de pasar mis días
finales en el mundo
con las manos vacías
y el corazón profundo.
(atahualpa yupanqui)
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