Monday, April 30, 2007
Friday, April 27, 2007
Thursday, April 26, 2007
:: feliz cuarto de siglo preciosa ::
Tanto la quería
que tardé en aprender a olvidarla 19 días
y 500 noches
PD: Esta foto en este día 26 de abril está dedicada a mi amada Lady Rominin, por la cual renuevo mi adoración cada día, y brindo por esas 24 velitas que adornarán su torta de cumpleaños, y soy feliz porque mágicamente un día el destino la haya puesto en mi camino.
Es por eso que sigo aceptando con resignación su absoluta indiferencia, maltrato e ignominia porque es así, no puedo dejar de quererla!!!
Romis, como te dije hoy, you know i love you, i always will, y es por eso q ya las palabras sobran... felices 23!!!!! ;)
PD2: Chivis, no chilles porque no estás en la foto, la puse porque sé que le gusta a la homenajeada, cuando salgamos decentes las 5 te juro que la publicooo!!!!! te quiero!!!!
PD3: La foto, by el Facu di Trento, qué honor disfrutar de su arte en este blog! Saludos desde Argentina!
Tuesday, April 24, 2007
encuadro mejor sin mirar ●๋•
Instrucciones para elegir en un picado
Cuando un grupo de amigos no enrolados en ningún equipo se reúnen para jugar, tiene lugar una emocionante ceremonia destinada a establecer quiénes integrarán los dos bandos.
Generalmente dos jugadores se enfrentan en un sorteo o pisada y luego cada uno de ellos elige, alternadamente, a sus futuros compañeros. Se supone que los más diestros serán elegidos en los primeros turnos, quedando para el final los troncos. Pocos han reparado en el contenido dramático de estos lances. El hombre que está esperando ser elegido vive una situación que rara vez se da en la vida. Sabrá de un modo brutal y exacto en qué medida lo aceptan o lo rechazan. Sin eufemismos, conocerá su verdadera posición en el equipo. A lo largo de los años, muchos futbolistas advertirán su decadencia, conforme su elección sea cada vez más demorada.
Manuel Mandeb, que casi siempre oficiaba de elector, observó que sus decisiones no siempre recaían sobre los más hábiles. En un principio se creyó poseedor de vaya a saber qué sutilezas de orden técnico, que le hacían preferir compañeros que reunían ciertas cualidades.
Pero un día comprendió que lo que en verdad deseaba, era jugar con sus amigos más queridos. Por eso elegía a los que estaban más cerca de su corazón, aunque no fueran tan capaces.
El criterio de Mandeb parece apenas sentimental, pero es también estratégico. Uno juega mejor con sus amigos. Ellos serán generosos, lo ayudarán, lo comprenderán, lo alentarán y lo perdonarán. Un equipo de hombres que se respetan y se quieren es invencible. Y si no lo es, más vale compartir la derrota con los amigos, que la victoria con los extraños o los indeseables.
Alejandro Dolina, Crónicas del Ángel Gris
Monday, April 23, 2007
Wednesday, April 18, 2007
Tuesday, April 17, 2007
Thursday, April 12, 2007
Tuesday, April 10, 2007
te lo agradezco, pero no
saludar al vecino
acostarse a una hora
trabajar cada día
para vivir en la vida
contestar sólo aquello
y sentir sólo esto
y que dios nos ampare
de malos pensamientos
cumplir con las tareas
asistir al colegio
que diría la familia
si eres un fracasado?
ponte siempre zapatos
no hagas ruido en la mesa
usa medias veladas
y corbata en las fiestas
las mujeres se casan
siempre antes de treinta
si no vestirán santos
aunque así no lo quieran
y en la fiesta de quince
es mejor no olvidar
una fina champaña
y bailar bien el vals
Wednesday, April 04, 2007
AH SI? TOMÁ! (PARTE 2)
No me des tregua, no me perdones nunca.
Hostígame en la sangre, que cada cosa cruel sea tú que
vuelves.
¡No me dejes dormir, no me des paz!
Entonces ganaré mi reino,
naceré lentamente.
No me pierdas como una música fácil, no seas caricia ni
guante;
tállame como un sílex, desespérame.
Guarda tu amor humano, tu sonrisa, tu pelo. Dálos.
Ven a mí con tu cólera seca de fósforo y escamas.
Grita. Vomítame arena en la boca, rómpeme las fauces.
No me importa ignorarte en pleno día,
saber que juegas cara al sol y al hombre.
Compártelo.
Yo te pido la cruel ceremonia del tajo,
lo que nadie te pide: las espinas
hasta el hueso. Arráncame esta cara infame,
oblígame a gritar al fin mi verdadero nombre.
Encargo, Julio Cortázar